
30 Mar El EQS: diseño para todos los sentidos
El EQS es la berlina de lujo con propulsión eléctrica por batería de Mercedes. Con la introducción de este modelo, Mercedes-EQ define nuevos baremos para este segmento de mercado. El EQS es, al mismo tiempo, el primer modelo basado en la arquitectura modular para vehículos eléctricos de la gama de lujo y la gama alta. El EQS entusiasma a su conductor y a sus pasajeros con una fascinante fusión de tecnología, diseño, funcionalidad y conectividad. Al mismo tiempo, establece un nuevo récord entre los automóviles de serie en el capítulo de la resistencia aerodinámica, con un coeficiente cx a partir de 0,20[1]. Gracias a la asistencia de técnicas de inteligencia artificial (IA), facilita en numerosos aspectos la vida diaria de sus ocupantes. El EQS se fabrica junto con la Clase S y la Clase S Mercedes-Maybach en la «Factory 56» de la planta de Sindelfingen, la sede de producción de automóviles más moderna de Mercedes-Benz, que trabaja con un balance absolutamente neutro de CO2. Los sistemas de baterías se producen en la cercana planta de Untertürkheim, en la sección de Hedelfingen. El EQS saldrá a la venta en Europa en el mes de agosto de este año.
El EQS puede percibirse con casi todos los sentidos. De esa manera, el automóvil con propulsión eléctrica integral de la gama alta alcanza una nueva dimensión de estética y lujo. Al mismo tiempo, el EQS atestigua el compromiso y la pasión de los ingenieros de desarrollo y los diseñadores por la movilidad eléctrica.
Capaz de aprender con rapidez gracias a la inteligencia artificial (IA)
Pero el nuevo EQS no se limita a activar (casi) todos los sentidos de las personas que viajan a bordo. Se trata de un vehículo especialmente inteligente, dotado asimismo de numerosos sentidos. Los órganos sensoriales del automóvil son sondas sensoras de todo tipo —hasta 350, en función del equipamiento individual—, instaladas en casi todos los componentes. Estos elementos miden la distancia, la velocidad y la aceleración, registran la luminosidad, valoran la intensidad de la lluvia y la temperatura, determinan la ocupación de los asientos, e incluso analizan el parpadeo del conductor o el idioma en que hablan los pasajeros. Estas informaciones se procesan con ayuda de unidades de control, que toman decisiones en fracciones de segundo con ayuda de algoritmos. Puede decirse que estas centralitas electrónicas son el cerebro del automóvil. Pero la información, por completa que sea, no sirve de nada si no se sabe cómo reaccionar a ella. El nuevo EQS puede perfeccionar sus aptitudes a medida que adquiere nuevas experiencias, pues es capaz de aprender con ayuda de técnicas de inteligencia artificial (IA).
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